Intención

Esta bitácora está dedicada a los alumnos con necesidades educativas especiales, sobre todo a los alumnos con discapacidad motora (parálisis cerebral, espina bífida, distrofia muscular,....); en términos de hoy, a los alumnos con diversidad funcional. También proporciona recursos para la intervención en alumnos discapacitados motóricos (principalmente con parálisis cerebral) y opiniones o noticias sobre temas educativos. Es decir: nos preocupa y nos ocupa la educación inclusiva.

Decía Carl Rogers, padre de la psicología existencial humanista, refiriéndose a la empatía, que ésta es como ponerse los zapatos del otro y hacer un buen trecho del camino. Esta bitácora pretende, también, ponerse esos zapatos.

Por otra parte, tenemos el convencimiento de que:

- La accesibilidad e inclusividad del contexto aumenta o disminuye la diferencia entre capacidad y rendimiento y hace que la persona sea más o menos discapacitada. Diseñemos contextos inclusivos.

- Una persona es más o menos competente dependiendo de cómo esté configurado su escenario vital y sus diferentes contextos. La discapacidad está en los contextos, no en las personas.

- Lo peor de una discapacidad no son los inconvenientes físicos que produce, sino la posible ausencia de bienestar psicológico y estar próximo a la exclusión social o ya inmerso en ella.

- Ningún sistema educativo se puede considerar de calidad si no tiene una respuesta para atender a la diversidad.

- El mundo está diseñado por personas sin discapacidad para personas sin discapacidad, por eso podemos afirmar que la discapacidad se construye socialmente. No contribuyamos a esto y hagamos una sociedad inclusiva.

- La institucionalización de la discapacidad es solo la materialización indeseable del principal objetivo de una sociedad excluyente.

- Para los padres: Los logros de los hijos se construyen sobre las expectativas de los padres.

_________________________________________________Javier Martín Betanzos

IMPORTANTE

IMPORTANTE

AVISO

Estimados lectores, os habréis percatado de que la mayoría de enlaces del blog no funcionan. Esto se debe al cambio que sites.google llevó a cabo en este sitio, que era donde estaban alojados los archivos (sobre todo *pdf). He recuperado los archivos, pero los enlaces seguirán sin funcionar. Si están interesados en ellos, tendrán que acceder través de estos dos enlaces y buscarlos de forma manual y solicitarme que comparta los archivos Enlace 1 y Enlace 2 Siento los problemas ocasionados. Javier Martín Betanzos

martes, 16 de noviembre de 2010

El juego, el juguete y la discapacidad motora


No nos vamos a extender en lo que significa el juego para el desarrollo del niño y el juguete como objeto para desarrollar muchas capacidades, entre ellas el razonamiento, la creatividad, la afectividad, la sociabilidad, la motricidad gruesa y fina, etc. porque es algo comúnmente admitido. Por eso no debemos privar al niño con discapacidad física de la posibilidad de conseguir un desarrollo parejo al del niño sin discapacidad.

En la atención al niño con discapacidad física –y en cualquier otra- se debe atender a las posibilidades, nunca a las limitaciones. Cuando elegimos un juguete debemos hacerlo teniendo en cuenta esta premisa.

El juego y el desarrollo emocional, social y cognitivo del niño van muy ligados e, incluso, cuando éste se practica habitualmente tiene muchísima importancia como agente de estimulación multisensorial y de las habilidades sociales y comunicativas. Sin olvidar que es muy apropiado para la comprensión causa-efecto y como catalizador de situaciones de aprendizaje.
Foto de un juguete adaptado: peluche al que se le ha acoplado un pulsador
Foto de un juguete adaptado con un pulsador
En el juego simbólico se fomenta la creación y negociación de roles con otros niños, se realizan esquemas mentales y guiones y se desarrollan habilidades anticipatorias al hacer planes. En definitiva: se aprende mediante la acción. A veces nos encontramos con niños con poco conocimiento del mundo por falta de relación con otros niños y/o no haber vivido situaciones estimulantes para aprender jugando. Las funciones mentales superiores se adquieren y se desarrollan a través de la interacción social, decía Vigotsky, y el juego es un gran agente socializador. Cada función mental superior, primero es social, es decir primero es interpsicológica y después es individual, personal, es decir, intrapsicológica.

Por lo que respecta al juguete hay, también, que tener en cuenta algunas cuestiones que, por otra parte, son de sentido común, como por ejemplo:

o        Que el juguete no contenga piezas pequeñas.

o        Que los botones o interruptores sean grandes y fáciles de activar.

o        Situarlos sobre superficies antideslizantes, en mesas con reborde o en el suelo para que no caigan.
o        Que no sea necesario efectuar más de una acción al mismo tiempo como, por ejemplo, pulsar dos botones a la vez.
o        La dimensión del juguete es importante, pues los juguetes pequeños son difíciles de manejar cuando la motricidad fina está muy resentida.
o        A veces, puede ser necesario adaptar el juguete para que se pueda asir fácilmente.
Por lo que respecta al niño con parálisis cerebral hay que tener en cuenta lo siguiente:
o        Además de los movimientos reflejos del recién nacido en manos, dedos, piernas y de otras funciones motoras básicas como reptar o gatear, que pueden estar resentidos y que por este motivo pueden dificultar el juego, hay unas funciones innatas superiores no motoras: interés por el entorno, capacidad comunicativa (importante: no es lo mismo hablar que comunicar) y capacidad cognitiva innata. Tenemos que aprovechar estas funciones de las que está dotado el ser humano para que el niño aprenda, y si alguna de ellas es deficitaria, hay que buscar otras vías o la manera de compensarlas o potenciarlas. El juego tiene un papel importante en la consecución de estos objetivos.
o        El papel de la familia es muy importante en el desarrollo del niño; en el caso del niño discapacitado, aún más. Hay que propiciar situaciones fomentando la cantidad y calidad de las interacciones comunicativas, reaccionar siempre ante las iniciativas del niño para jugar y si estas no ocurren propiciarlas, proporcionar variedad de juguetes y fomentar la vertiente social del juego.
Las situaciones que debemos propiciar son aquellas que más se asemejen a la realidad que viven los otros niños, evitando, en lo posible, la cacharrería o el aparataje innecesario y obstaculizador. En la foto con que ilustramos estos comentarios podemos ver un peluche al que se le ha acoplado un pulsador para que el niño pueda accionarlo con más facilidad y en el video de abajo podemos observar el proceso para adaptar un juguete, que como se puede comprobar es bastante sencillo.

No hay comentarios:


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...